LOS ORIGENES DEL TOTALITARISMO

Los Orígenes del Totalitarismo. El totalitarismo explica una forma de compleja y total (como la palabra lo indica) de buscar y ejercer el poder. Estos radican en los llamados movimientos totalitarios que difieren de las dictaduras despóticas u otros intentos de totalitarismo por razones que explicaremos más adelante con mejor detalle.


Pero debemos decir que el hecho de que estos se llamen “movimientos” permitirá dilucidar su diferencia con estructuras de control del poder basadas en las instituciones del Estado que circunscriben su organización y desarrollo solamente a los límites políticos y administrativos de una nación y la extensión de ella. Como objeto entonces del real desarrollo de movimientos totalitarios H. Arendt señala a la Alemania Nazi de Hitler y la Unión Soviética de Stalin. Ambas compartan procesos de nacimiento y desarrollo de lo que llaman “características y elementos totalitarios”.


Esto se reafirma en el hecho de que ambos líderes entre sí eran capaces de considerarse como pares entre ellos, aunque sus fuentes “ideológicas” no fueran las mismas. La explicación del totalitarismo debe entenderse entonces desde un análisis tanto de contenido emanado de sus líderes como también de su “sistema de organización y control” que opera tanto para el movimiento en sí como para el mundo no totalitario. Contexto El contexto en el que se nace y desenvuelven ambos movimientos totalitarios obedece básicamente a la destrucción de cualquier forma de división o clasificación social. Aunque en Alemania y la Urss esto se da de maneras diferentes, los dos persiguen el mismo objetivo.


Como Arendt señala en el libro “una sociedad sin clases”. La condición anterior abre el camino de los movimientos totalitarios permitiendo la generación las masas. Las masas son consideradas todas aquellas personas desarraigadas de cualquier tipo de identificación sectaria alimentada por el individualismo y el nihilismo de un sistema que los excluye. Por tanto genera un repudio con todo lo establecido, con las instituciones, los políticos y las formulas de clase para llegar a ellos se convierten en infértiles. La condición de masas promueve el desarrollo y “seducción” los liderazgos totalitarios en ellas. Estas ofrecen un mundo que los incluye que parece entregarles la condición de importantes, pero por sobre todo que promueve la ficción de un mundo totalmente nuevo, donde cada uno vale por sí mismo y no por la clase que representa. Se destruyen entonces los paradigmas democráticos que según los movimientos totalitarios buscan dividir y fraccionar a la “nación” o el “pueblo”, negando así cualquier intento de ver la democracia como una posibilidad de gobernar.


Las masas cumplen un doble objetivo para los movimientos totalitarios. Primero el de deslegitimar el sistema anterior y promover su destrucción absoluta; en segundo lugar las masas no son un cuerpo que actúa en coordinación o colectivo al contrario, estas se son atomizadas y desinteresadas por lo cual permiten la dominación y la entrega de propaganda del totalitarismo. Junto con las masas se encuentra la “alianza entre la elite y el populacho” esta considera nuevamente una coincidencia con el repudio al sistema de representación y gobierno anteriores. Consolidando aún más el desarrollo de los totalitarismos e incluso entregándole la legitimidad teórica desde el mundo intelectual por un lado y aquellos excluidos del populacho por otro. Todo este contexto que de una manera es producto de diversas condiciones históricas, políticas y sociales de ambos casos (Alemania y Urss) y también forzado a través de la misma organización totalitaria. La propaganda. Este debe ser catalogado como uno de los elementos más importantes del totalitarismo y fuente de su adhesión total por las masas. Es el sistema y contenido de la propaganda la que permite uno de los factores de socialización y re-educación de todo el orden social.


La propaganda de los movimientos totalitarios consistía en la creación de un mundo de ficción que tiene como eje la conspiración contra (en este caso) la nación Alemana (por parte de los judíos) y el pueblo socialista en la Urss (por parte de los capitalistas). Esta conspiración hace necesario la defensa ante el mundo entero de una ficción que debe alcanzar niveles globales. Dicho de otro modo tanto Hitler como Stalin pretendían llevar su poder a escalas globales y luchar contra la conspiración en cualquier punto que esta se diera. Pero además debían proteger la ficción dentro de sus propios países por lo cual la propaganda llega al punto de transformar la realidad existente dando a esta ficción componentes científicos que demostrarían a las masas su legitimidad. Uno de los componentes de la propaganda de los movimientos totalitarios es la infabilidad de sus líderes. El hecho de que lo que ellos dicen a las masas siempre será lo correcto, será la verdad.


Por ello una de las funciones de los líderes es procurar que las cosas que transmite se cumplan o bien tengan un carácter de largo plazo. Muchas de las leyes naturales de la raza aria o la revolución serán cumplidas en años, décadas y hasta siglos más adelante lo que permite al líder no tener la necesidad de comprobar sus declaraciones. A esto Arendt lo llama el método de predicción que cumple con la necesidad de infabilidad. La propaganda supone deslegitimar por un lado todo sistema establecido y contra del movimiento, para luego entregar una serie de pautas, leyes o predicciones de la ficción que significa este nuevo orden totalitario. Ahora bien la propaganda totalitaria no estará completa por sí misma, ya que no debemos entender que es sólo la propaganda la que permite la transformación cultural de estas sociedades. A ella debemos agregar el componente de violencia y terror por lo cual inducen al convencimiento de la propaganda y “comprueban” de manera ficticia su contenido.


La única debilidad de la propaganda es el sentido común ya que la ficción puede ser contrapuesta con este. Por tanto la propaganda tiene éxito donde el sentido común haya perdido validez. Terror y Violencia Tal vez sea esto lo que cualquier persona con sentido común, puede saber o relacionar con este periodo de la historia. La violencia y el terror son las maneras de coerción del movimiento totalitario para controlar y mantener tanto su propaganda como su organización. Las matanzas de millones de personas tanto en Alemania como en la Urss, la eliminación de ellas son la manera que tiene el sistema de demostrar su eficacia ante la conspiración ficticia y de aterrorizar a todo el que tenga intenciones de apartarse de la línea o verdad del movimiento. Esto no sólo funciona con las masas y el mundo no totalitario es la forma de control y eje de operación de la organización totalitaria. Las SS, SA, o guardia de los soviéticos se encontraban en un doble juego de obediencia y miedo.


La violencia era considerada por los movimientos totalitarios como un instrumento necesario e inherente de control, no era simplemente el hecho de matar sino de eliminar bajo un plan, una estrategia diseñada cualquier obstáculo que se interponga o suponga desviación del objetivo último. La propaganda y la violencia lo que hacían era aislar a las masas, fortaleciendo la ficción creada y asumida por el movimiento totalitario. Permitiendo así la creación de una cultura que involucraba al mundo no totalitario como los mismo miembros de las organización totalitaria. Los únicos al parecer que se encuentran por sobre todo el aparato de dominación son el líder y un círculo reducido más cercano que son el núcleo del movimiento.


Organización Totalitaria. En esta fase del libro Arendt tiene una inclinación de fundamentar sus ideas más en los alemanes que en los soviéticos, pero ello no significa que ambos objetos tengan relación en la explicación central de tipo de organización. Básicamente la organización totalitaria era como nombraba en la introducción una especie de cebolla. Me refiero a que la organización esta construida por diversas capas desde el centro hasta la periferia, desde el mismo líder (Hitler o Stalin) hasta la misma masa no totalitaria. Todas ellas cumplen una función y además o más importante, se controlan entre ellas dado que no existe aquí un lógica de estructura o jerarquía militar, donde el poder se traspasa en una cadena, sino que el poder siempre es controlado por el centro, por el líder dando ordenes a las diversas capas y controlándose una a la otra como medida de asegurar que ninguna tenga la más mínima expectativa de querer poder. Es como imaginar una serie de anillos o circunferencias de órdenes horizontales o directas y controles que se contraen tanto hacia dentro como hacia a fuera.


Autor:

H. Arendt


Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Puto

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