JUNTOS POR EL ALBERGUE HERMANO PEDRO


REFLEXIONEMOS JUNTOS

Hoy es un día maravilloso, donde la luz se mezclo con la sombra, el cielo esplendoroso con cándido azul parecía más radiante y la brisa seguramente te refresco más de una vez cuando caminabas por la avenida o tu colonia…

Y me estoy preguntando…

¿Alguna vez te has detenido a ver los destellos del sol en la mañana o aquella planta en la ventana de la casa? o ¿has agradecido por tener dos piernas dispuestas para correr cuando lo amerite y por esos dos brazos perfectos para agitarlos al firmamento? o más aun ¿has agradecido porque puedes decir a tu familia lo mucho que les quieres o por poder jugar baloncesto e ir a la universidad?… quizás nunca has reparado en lo maravilloso que es el mundo que te rodea y, lo fantástico de que estés vivo y saludable.

Sí, seguramente tú no te has detenido a verlo o reflexionarlo, seguramente estas tan ocupado y estresado por el cotidiano que no reparas en lo hermoso que es existir y estar saludable, porque cuando uno está perfectamente sano, lamentablemente no percibe que esos pequeños detalles en realidad son pequeños milagros que te otorgan felicidad.

Lo que para nosotros es tan fácil y simple como: comer, bañarnos, jugar, caminar, estudiar, hablar o gritar, para otros puede ser tan difícil y hasta imposible… este es el caso de un grupo de niños discapacitados por problemas físicos y psíquicos en Guatemala —los hay en todas partes del mundo— que no pueden valerse por sí mismos ni para aquellas cosas que nos parecen tan sencillas, ellos representan un porcentaje, una cuota de una realidad ineludible que todos conocemos, pero dejamos de lado consciente o inconscientemente.

¿Sé que lo sabes, porque yo también lo sé?

En este planeta hay una pequeña población que es especial por sus particularidades “discapacitados” les llamamos todos (yo prefiero “especiales”) y nacen marcados de por vida, la mayoría de veces es derivado de una serie de problemas genéticos, enfermedades y hasta un parto difícil que los convierte en personas dependientes, incapaces de valerse por sí mismos o llevar una vida como tú lo haces, ellos siempre necesitaran de otras personas para tener una vida de calidad y digna, necesitaran todo el apoyo, amor y respeto que se les pueda dar.

Pero no te equivoques, ellos son iguales que nosotros, necesitan amor, alimentación y hasta diversión… y contario a lo que muchos puedan pensar, ellos sienten lo mismo que nosotros, necesitan expresar lo que sienten, sin embargo su capacidad de respuesta y reacción puede ser muy lenta o diferente de las que conocemos, pero si les hablas te entienden, te sonríen y hasta te darán un golpe si no captas la idea, porque no son diferentes de nosotros.

Aunque es penoso reconocer que han sido y serán muchas veces motivo de discriminación y olvido… no solo por parte de la sociedad, los gobiernos, legislaciones y hasta incluso sus familias —que por incapacidad económica no pueden hacerse cargo de ellos, o algunos en el peor de los casos les verán como una carga y les abandonaran—.

Y entonces uno pregunta ¿Acaso no tienen igual derecho que nosotros? Se supone que sí, pero la realidad a veces es otra muy distinta de la plasmada en un libro, en una ley, lo que promulga un político o difiere de lo que nos han enseñado en casa… la realidad es como un golpe arrollador que te deja enmudecido y es un choque que te hace reaccionar

¡¡¡Agradecí al Creador por la vida que me dio!!!

No todo es malo ¿lo sabes? En el mundo hay personas muy buenas “Altruistas” con vocación al servicio que desean hacer un cambio y trabajan por ello diariamente en la medida de sus posibilidades, aun contra todo pronóstico, están dando lo mejor de sí cada día para mejorar la calidad de vida de sus tesoros más grandes “sus pacientes”. En Guatemala por ejemplo tenemos una institución “Albergue Hermano Pedro” (www.alberguehermanopedro.org ) quien trabaja constantemente por darle calidad de vida a los niños que tienen discapacidades físicas y mentales. Mis respetos para todos los que hacen un trabajo excepcional como este, en realidad es una forma de vida que te llena de gozo. Esta institución le brinda todos los cuidados y tratamientos que los niños necesitan, están mejorando sus posibilidades, pero al igual que muchas entidades altruistas, no cuentan con apoyo gubernamental alguno, sino dependen exclusivamente de la bondad de los particulares y es acá en donde nosotros podemos preguntarnos:

¿Qué estoy haciendo para cambiar esa realidad?

Seguramente te he hecho reflexionar un poquitín y a tu cabeza está llegando esta frase ¿qué puedo hacer?, si has llegado aquí vas por buen camino porque te has identificado con la causa y eso es importante para hacer un cambio.

Si tú estas interesado en cambiar la realidad y ser parte de un cambio real… te invito a participar en actividades de labor social, sé un actor en tu comunidad. Reúne a tus amigos, vecinos y familia, dedíquense a ser un voluntariado con el corazón.

Si no puedes ayudar a la institución que te presentamos, ayuda a una institución de tu comunidad que se dedica a una labor tan loable como esta, y que seguramente necesita de los más diversos insumos para funcionar. Que mejor manera de agradecer por todas las cosas buenas que tienes que ayudando, no necesitas ser millonario para hacerlo, solo debes tener voluntad, buenos deseos y trabajar por ello.

¡¡¡Ayuda a los que necesitan en la medida de tus posibilidades!!! Dona algunos insumos de: limpieza, alimentos y dinero, hasta tu tiempo y mimos valen oro; seguramente encontraras satisfacción en compartir un poquito las bendiciones que tienes. Un poquito que tu des, puede para ellos significar un gran cambio, un pequeño aporte a tu manera de ver, para ellos es un tesoro.
Y si realmente te identificas, deseas compenetrarte en una labor de voluntariado, puedes avocarte a esa institución para colaborar directa o indirectamente, realmente es una gran experiencia el compartir con niños tan especiales, aprenderás mucho te lo puedo asegurar y cambiaras completamente tu visión del mundo.

Bien, espero haber plantado en tu mente y corazón un poquito de inquietud hacia la labor social, tú puedes ser el factor de cambio en esta sociedad, tú que estas estudiando tienes posibilidades mayores de cambiar la realidad, ayuda a dignificar y mejorar la calidad de vida de las personas con alguna discapacidad. Sé que ellos te agradecerán infinitamente.

Cuídense mucho y valoren todo lo que tienen, bueno y malo, porque seguramente están llenos de bendiciones que no se habían percatado que tenían, pero ahora cobraran nueva importancia.

Agradezco especialmente a Nikolay, quien con su Blog me está permitiendo llevar este mensaje, gracias por identificarte con la causa… ojala que podamos hacer algo, por pequeño que sea.


—Karin Flores—







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